Betty Albizures, guatemalteca y secretaria, pero con una pasión enorme por el maquillaje y el peinado, es una de las alumnas Estrella en nuestra escuela TUMAKEUP. A los 52 años, demuestra, una vez más, que no hay edad para vivir de lo que te apasiona.

A los 13 años estudió un curso de cosmetología, pero como era menor de edad no pudo graduarse. Así fue que esperó hasta cumplir 19 años y ahí sí decidió estudiar ese curso para trabajar en el mundo de la belleza.

Con la llegada de sus dos hijos, tuvo algunas pausas en el camino, pero siempre continuó con la idea fija de trabajar en el mundo de la belleza. Curiosamente, a pesar de su gran pasión, en su salón contaba con otra chica que hacía los maquillajes porque ella aún no se había decidido a estudiar maquillaje profesional.

Hoy, Betty tiene 52 años y ha cumplido 32 años de profesión y de tener su propio salón. Pero dos años atrás decidió rentar su negocio porque las extensas jornadas laborales ya no eran para ella.

¿Cómo conociste a TUMAKEUP y cómo te sientes hoy en nuestra escuela?

Por cosas del destino o casualidad, empecé a recibir notificaciones de nuestra linda maestra Andrea Curto y de su academia. Tuve muchas dudas al principio, pero hoy le doy gracias a Dios por mandarme muchas señales de que era la escuela indicada. Conocí a unas lindas tutoras que nos han enseñado todo lo que hoy sé.

Resultados inmediatos como maquilladora profesional

¿Has visto resultados luego de estudiar en TUMAKEUP?

Aún no me he graduado y ya estoy recibiendo beneficios monetarios por mi trabajo. Además, ya hay varios proyectos en marcha como darle clases de skin care y automaquillaje a un grupo de aproximadamente 60 a 80 mujeres.

Yo pensé que mi vida laboral había terminado a los 50 años sin saber que ahorita comienza una nueva etapa. Todos tenemos miedos, pero eso se enfrenta y se vence con actitud. Muchas gracias a TUMAKEUP y a Andrea Curto por ser parte de mi educación. Es una maravillosa experiencia en el mundo del maquillaje.

¿Qué es lo que más valoras de la escuela?

Nos han enseñado el uso de la tecnología para darnos a conocer y ya lo estoy implementando. Como yo no soy una persona tecnológica, esa es otra ventaja que tiene la escuela.

Además, a mí me daba pánico hablar en público, pero con las enseñanzas de Andrea ahora se me hace bastante fácil contestar a las preguntas que me hacen. Descubrí que tengo paciencia para enseñar y que, aunque aún tengo algunos miedos, me siento más segura porque cuento con los conocimientos.  

¿Tuviste algún miedo antes de comenzar en TUMAKEUP por ser online o a alguien de tu familia que no te apoyara?

Sí, primero me decían sobre la sospecha de hacer un pago online; luego, que ya estaba grande para seguir estudiando o que el maquillaje no era bien pagado. Pero a pesar de los comentarios y de las inseguridades que me hicieron titubear, me inscribí de todas maneras porque quiero ser maquilladora profesional.

¿Cuáles han sido los proyectos más gratificantes en los que has participado como profesional del maquillaje?

Cada clienta que maquillo son momentos muy gratificantes. Me encanta el contacto con quinceañeras y con novias. Es una energía maravillosa de felicidad y nervios, por lo que amo ayudarlas a resaltar la belleza que llevan y a que se sientan y se vean hermosas.

Desarrollo profesional y personal en TUMAKEUP

¿Cómo te sientes hoy con los resultados?

Estoy muy feliz porque sé que todo lo que he aprendido en la escuela TUMAKEUP me ha abierto una puerta enorme de conocimiento y sé que hay grandes cosas para mí allí afuera como maquilladora profesional.

¿Cuál es tu “infaltable” en tu maletín profesional?

Una vela aromática porque me gustan mucho, dan aroma y es la luz que alumbra mi camino.

¿Cuál es tu sello personal?

Maquillajes clásicos porque me gusta resaltar la belleza natural. Y me encanta generar esa conexión entre maquilladora y clienta.

¿Qué mensaje le darías a esas personas que aún no se deciden a emprender su carrera en el mundo del maquillaje?

Que si aman el maquillaje, no duden en preparase con una buena educación, ser constantes y no permitir ningún pensamiento negativo.

En la vida hay que tomar decisiones y siempre hay puertas abiertas para cada persona. El mundo está lleno de oportunidades, así que solo es cuestión de decidir y de ponerse en acción. Obstáculos siempre habrá, pero también existen soluciones.

¿Tú también has experimentado lo mismo que Betty? Entonces es momento de ir por tus sueños y nos encantaría acompañarte. Consulta por nuestros programas profesionales o pide asesoramiento AQUÍ