Es el mes de la mujer y quiero demostrarte cómo puedes ser una mujer fuerte e independiente si te dedicas al maquillaje profesional. En otras palabras, cómo empoderarte con esta maravillosa carrera.

Si hay algo que debes saber, es que el maquillaje profesional es una de las profesiones que más te da libertades y te permite independencia. Tanto profesional como personal y financiera. Además, estarás rodeada de otras mujeres y podrás hacerlas sentir hermosas con trabajo.

Sé una mujer independiente

Ser una maquilladora independiente significa tener la posibilidad de trabajar por tu cuenta y hasta crear tus propias oportunidades de trabajo. Suena increíble, ¿verdad?

Sin jefes: ¿Qué mejor que ser tu propia jefa? No tener nadie que te diga qué hacer ni cómo hacerlo. Olvídate de estar atada a un trabajo aburrido y con jefes que no soportas.

Trabaja desde cualquier lugar e incluso de forma online: Ser maquilladora te permite trabajar a domicilio, de forma online desde tu casa o incluso en tu propio estudio de maquillaje. Puedes empezar a dar clases de automaquillaje o hacer maquillaje social desde cualquier parte, como mejor te convenga y sin hacer una gran inversión.

Tú eliges: Puedes elegir con quién trabajar y con quién no, o en qué proyectos quieres participar. Si ves que un proyecto te toma demasiado tiempo, o no pagan bien, o es muy agotador, o no te permite pasar tiempo con tu familia, simplemente puedes rechazarlo y trabajar en lo que mejor se adapte a tu estilo de vida.

Tú manejas tus horarios y tu agenda: Nada de levantarse rutinariamente todos los días antes de las siete de la mañana para dar largos viajes hasta tu lugar de trabajo y llegar en la noche cansada. Pero lo peor de todo es que esto se repita al día siguiente. Y al siguiente…

Siendo maquilladora independiente puedes pautar tus citas con tus clientas como mejor te agrade o te convenga. Además, tú decides cuántas horas quieres trabajar y cuántos días.

No estás limitada a un sueldo fijo: Los trabajos tradicionales establecen un suelo límite y las posibilidades de que aumente son muy pocas y requiere de muchos años. En cambio, como maquilladora tú decides cuánto quieres ganar.

Si tus necesidades son mayores, puedes aceptar más trabajos mensuales para llegar a tu meta. De hecho, con unos pocos trabajos que hagas durante los fines de semana probablemente estarás ganando más que en cualquier empleo regular. También tienes la posibilidad de elegir cuánto cobrar. Tú eres la que determina cuánto vales.

Mejorar tus habilidades: Si eres maquilladora freelance tendrás más posibilidades, tiempo y dinero para seguir capacitándote y mejorando en lo que sabes hacer. Además, puedes ponerte nuevos retos en los que aprenderás de la experiencia. En lugar de estar limitada siempre a hacer las mismas tareas sin posibilidad de crecimiento.

Éxito garantizado: Está demostrado que las personas que hacen lo que les apasiona suelen tener más éxito. Esto se debe a que ponen más empeño en estas tareas. Siendo maquilladora freelance no tienes un límite de crecimiento y eres capaz de llegar hasta donde tú te lo propongas.

Empodera a otra mujeres

Ayuda a otras mujeres a sentirte hermosas, poderosas y a sacar la mejor versión de sí mismas enseñándoles a maquillarse de forma sencilla para su día a día, o maquillándolas para los días más especiales de su vida. Cuando veas sus caras de alegría por lo que aprendieron y su enorme gratitud, querrás hacer esto de por vida.

¡A prueba de maridos!

Recibí esta mañana un curioso email en el que una alumna me comentó que no podía inscribirse a uno de mis cursos porque su marido no le dio el dinero para matricularse.

Lo curioso de esta historia es que a diario recibimos muchísimos mensajes similares de mujeres diciendo “mi esposo no me dio permiso de gastar el dinero”, “mi marido no quiere pagarlo”, “mi esposo no me dio el dinero que me prometió”…

Ah, pero lo que ellas no saben, y seguramente tú tampoco (hasta ahora), es que el Maquillaje Profesional es A PRUEBA DE MARIDOS.

Piensa, si te anotas a un curso profesional, esa será la ÚLTIMA vez que le pidas dinero o permiso a tu marido para gastar y comprar lo que tú quieras.

Porque simplemente sabrás generar ingresos de manera estable con tu propio negocio como maquilladora.

Porque ganarás hasta cuatro veces más que en cualquier trabajo normal con apenas trabajar una o dos veces por semana.

Y te apuesto que será tu marido el que te pida permiso y dinero la próxima vez. Así que, avísale a tu esposo, si lo tienes, que esta carrera es a prueba de maridos.

¡Es el mes de la mujer así que es momento de empoderarte y tomar las riendas de tu vida…!

Imagina ser independiente económicamente, tener ingresos rentables para ti y tu familia y no tener que pedir permiso a tu marido (ni a nadie) para comprar lo que tú quieras.

Y si no tienes un esposo, ¿cuál es tu excusa?