Una de las primeras bodas celebradas en medio de la nueva normalidad, contada en primera persona

Erika Scarabino, quien es precisamente una miembro del equipo TUMAKEUP, fue una de las primeras novias en casarse en medio de la nueva normalidad. En entrevista, nos cuenta lo difícil que fue contratar a una maquilladora en una época donde resurgieron una gran cantidad de bodas y nos detalla los protocolos de las celebraciones.

¿Fue difícil conseguir maquilladora?

Yo había contactado a una maquilladora que me encantaba lo que hacía, pero como demoré en responderle, terminé perdiéndola porque ya no tenía disponibilidad para la fecha de mi boda, porque todo el mundo se casaba en esas fechas. Así que tuve que salir a buscar a otra maquilladora y realmente la conseguí muy cerca de la fecha. Yo recomiendo buscar a una profesional con tiempo porque ahora no tienen tantos turnos libres en su agenda.

¿Cómo fue el protocolo de seguridad y de salubridad de tu maquilladora?

Primero, fui a hacer la prueba de maquillaje al estudio donde la maquilladora trabajaba y allí las dos usamos las mascarillas todo el tiempo. Además, es importante aclarar que estábamos nosotras solas. Por otro lado, me pidió que llevara una máscara de pestañas, aunque ella también tenía descartables para pasarme la máscara si era necesario. A su vez, limpiaba y desinfectaba todos los elementos. 

Yo lo hice en un lugar completamente abierto; en el campo. Ahora las bodas tienden a hacerse al aire libre. Con respecto a la capacidad de gente, en mi caso, no tenía una cantidad límite porque era un lugar afuera y muy grande. Pero hay otros espacios que sí tienen una capacidad limitada, la cual, normalmente, es un 30 % del total del salón.

Por otro lado, siempre se usó alcohol en gel porque teníamos personas que pasaban con el producto, además de puestos de higienización y del alcohol que estaban en el baño. 

Las mesas podían ser de 8 personas como máximo, aunque yo armé muchas con solo 5 integrantes. Otra idea que tuve fue solo poner en cada mesa a personas de la misma familia para no mezclar a tanta gente. No pude hacerlo con todas, pero sí con muchas. 

También, nosotros les regalamos mascarillas a todos los invitados, aunque esto no es parte del protocolo porque cada uno debe llevar la suya. 

Como puedes ver, las bodas se siguen llevando a cabo ahora más que nunca y existe alta demanda debido a las bodas aplazadas en el año 2020 y 2021. Por otro lado, los números dicen que el año 2022 y 2023 será aún más provechosos para la industria de las novias. Este es tu momento de capacitarte y tomar acción para estar preparada para lo que se viene.