Cuánto cobrar como maquilladora profesional
Andrea Curto

Cuánto cobrar como maquilladora profesional

Sandra Gutierrez
Sandra Gutierrez

Andrea Curto nos regala un nuevo episodio del podcast Maquilladora en Tiempo Real. En esta ocasión, nos explicará diferentes técnicas para establecer precios justos y estrategias para conseguir clientes sin convertirnos en profesionales low cost.

¿Cómo podemos establecer el precio que debemos cobrar?

El parámetro no debe ser “si recién empiezo, cobro barato” porque, si me posiciono como una profesional de un precio low cost, después es muy difícil salir de ahí.

Primero, tienes que pensar cuánto quieres ganar al mes como maquilladora. Luego, si no tienes tanta experiencia, vas a poner un precio moderado (lo que no quiere decir bajo).

Para saber el precio de tu servicio vas a tener que hacer una investigación de mercado, lo que no significa copiar, sino averiguar. Tienes que llamar por teléfono a una lista desde la profesional más reconocida de tu ciudad hasta la más económica para sacar un promedio.

Es importante aclarar que la estrategia de cobrar muy barato para tener muchas clientas realmente no funciona porque, psicológicamente, los seres humanos, cuando recibimos un precio muy barato, dudamos y pensamos que el servicio es malo o que la persona no sabe.

Entonces, tienes que empezar con un valor medio. Luego, cuando ya conoces a tus clientas y tu mercado, es fácil ajustar e ir subiendo poco a poco.

¿Cuándo es el momento de escalar los precios?

Cuando llevamos poco tiempo en la profesión, tenemos muchas inseguridades. Entonces, podemos plantearnos que el primer año queremos tener más clientas, ganar experiencia, soltar la mano, trabajar el boca a boca. Y sobre eso ponemos un precio fijo que vamos a mantener todo el año. De aquí al año que viene, me propongo aumentar el valor de mis servicios.

¿Qué opinas sobre trabajar sin cobrar cuando quieres ganar experiencia?

En el programa Estrella del Maquillaje hacemos un ejercicio con las alumnas que se basa en un ganar-ganar. Yo no estoy en contra de trabajar gratis, pero el tema es cómo planteamos la idea porque no se debe entender como que estamos regalando nuestro trabajo. Por ejemplo, si yo voy a trabajar con un fotógrafo sin cobrar, lo interesante es decirle que vamos a hacer un intercambio para ganar los dos. A cambio de mi trabajo, le pido que me dé las fotos que saque para que yo pueda mostrarles a mis clientas o para poner en redes.

Eliminemos de la mente el tema de trabajar gratis y hablemos mejor de intercambio. Todas hemos hecho un intercambio al principio. Eso da seguridad porque generamos alianzas. Además, es muy beneficioso. En mi caso, todas las puertas profesionales que se me han abierto fueron por haber empezado con trabajos de intercambio porque, después, ese profesional me recomendaba.

Hay muchas profesionales que cuentan que, en su zona, los precios que manejan las maquilladoras son muy bajos. ¿Cómo hacer para establecer ese promedio de precios que hablabas al comienzo y conseguir clientas a pesar de no ser la más barata?

Creo que es una cuestión de mentalidad porque nunca todas las maquilladoras cobran muy barato. Hay mucha variedad para que la gente elija. El tema es a quién estoy mirando y en quién me estoy proyectando. ¿Por qué me pongo en el nivel de esas personas que cobran tan barato? Ahí es cuando tengo que pensar con una mentalidad de abundancia porque hay mercado y espacio para todas. ¿Dónde me quiero posicionar? Eso es lo que tengo que preguntarme.

¿Es una buena estrategia establecer promociones cuando recién comienzo?

Las promociones son maravillosas. Cuando comencé, por ejemplo, yo tampoco tenía ni idea de cuánto cobrar. Me hice pasar por una persona que le iba a regalar un maquillaje de novia a una amiga y entonces ahí me enteraba cuánto cobraban los profesionales de mi ciudad.

Entonces, cuando iba a maquillar a una novia, como sabía que venía con su mamá, hermanas o amigas, les ofrecía el maquillaje para la novia más el de una invitada con un 10 % de descuento. Si eran dos invitadas, les ofrecía 15 % de descuento. Entonces, a la novia le convenía porque cuantas más invitadas se maquillaran con su misma maquilladora, más se veían beneficiadas por el descuento. Otra opción es establecer días de promociones o fechas especiales, pero no todos los días porque hay que tener en cuenta que tampoco es bueno enviar promociones diarias sin un sentido o una razón específica.   

2 Comentarios

  1. Nybia Arevalo

    Quiero aprender a maquillarme p verme mejor

    Responder

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