El primer paso que vamos a dar para lograr una piel perfecta es realizar una prueba de color. ¿Por qué es importante hacer la prueba de color? Porque de esta manera vamos a unificar el tono de la piel en todo el rostro.

Aquí es importante tener en claro que nuestro objetivo NO es modificar el color de la piel. Nuestra prueba de color toma como referencia el mismo tono de la piel sobre la que estás trabajando. No queremos oscurecerla ni a aclararla.

No te preocupes si para llegar al tono más adecuado debes hacer varias pruebas. Esto ocurre muy a menudo. Una vez que hayas logrado obtener el color perfecto, la próxima vez que tengas que aplicar la base de maquillaje todo será más fácil.

Para esta prueba de color que nos permita lograr una base de maquillaje del mismo tono de nuestra piel, vamos a elegir tres tonos de base:

• Un tono claro
• Un tono intermedio
• Un tono oscuro

Ahora, con los tres tonos y una pequeña brocha vamos a aplicar en el rostro –la mejilla es uno de los lugares más indicados– una línea de cada una de estas bases.

Dejamos un espacio entre cada una de ellas para poder difuminarlas. Una vez aplicadas estas líneas, con la yema de un dedo comenzamos a difuminar cada una de ellas y que hemos trazado con nuestra brocha.

¡Llegó el momento de elegir el tono más adecuado! Observemos detenidamente los resultados una vez difuminadas. La base más adecuada para lograr una piel perfecta es aquella que se pierde y se confunde con el resto de la piel.

Es posible que en tu primer intento por lograr el tono adecuado no puedas encontrar el color justo ¡No te preocupes! Comienza a realizar mezclas entre los tres tonos iniciales, haz pruebas hasta dar con el que más se asemeje al color de la piel.

Te en cuenta esto antes de mezclar cualquier base de maquillaje ←

TIps para encontrar el color adecuado

Tip #1: Haz siempre la prueba de color en el rostro. Durante años ha existido el mito de que esta prueba debe hacerse en el cuello, en las muñecas o cerca de la clavícula ¡Definitivamente No! Esas zonas de la piel tienen un tono diferente al del rostro. Lo que obtengas como resultado puede ser distinto al que estás buscando.

Tip #2: Difuminar es un paso clave, tanto en la prueba de color como en la aplicación de la base de maquillaje. Puedes difuminar con la ayuda de las yemas de tus dedos. El calor de tus manos permite que la base se adhiera mejor a la piel, dependiendo del tipo que estés usando. También puedes apoyarte en una esponja aplicadora.

Pero lo único importante al momento de elegir o aplicarte una base de maquillaje no es solamente el color.

Para que los resultados sean óptimos, debes usar una base para tu tipo específico de piel y también saber aplicarla con la técnica correcta y la herramienta indicada. Además, debes tener en cuenta aspectos como la textura de la base, el acabado, el subtono, etc. De esta manera lograrás una piel de porcelana.

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