¿Qué debemos saber sobre nuestra clienta para hacer un buen trabajo?
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¿Qué debemos saber sobre nuestra clienta para hacer un buen trabajo?

Sandra Gutierrez
Sandra Gutierrez

En este episodio del podcast «Maquilladora en Tiempo Real», Andrea Curto nos revela todos los tips para conocer en profundidad a nuestra clienta y no fallar con nuestro maquillaje.

¿Qué debemos preguntarle a la persona que nos contacta por primera vez para conocerla?

Al principio nos da miedo preguntar, pero es completamente necesario. Cuando comencé hace más de 20 años, para conocer a la persona teníamos que hablar por teléfono. Hoy es mucho más fácil hacer esa tarea de conocer los gustos de mi clienta. Y ahí está el verdadero éxito de mi trabajo. Con esto, logramos evitar errores de principiantes cuando esa persona se sienta en el tocador.

Antes teníamos que hacer dos encuentros: el primero era el conocimiento de su piel y de sus gustos, y el segundo era para maquillarla. Hoy, esa reunión es una sola porque en ese primer encuentro le voy a pedir que me facilite sus redes sociales. Por supuesto que le vamos a explicar que miraremos sus cuentas para conocer más sobre ella para que cuando la maquillemos sepamos bien qué le gusta y qué no.

Es importante preguntar todo lo necesario, especialmente cuando tenemos dudas al momento de ver sus redes. No es conveniente esperar hasta el día del maquillaje.

Una buena opción es tener un cuestionario con preguntas básicas. Por ejemplo:

¿Cuáles son tus gustos con respecto al maquillaje?

¿Te maquillas mucho o poco?

¿Te consideras una persona más clásica o moderna?

¿Cuál es tu relación con el maquillaje?

¿Cómo consideras que es tu piel?

¿Qué tipo de piel tienes?

¿Cómo cuidas tu piel?

¿Hay algún producto que te genere alergia?

¿Hay algo que nunca te harías en tu rostro con respecto al maquillaje?

¿Tienes alguna personalidad famosa con la que te sientes identificada en cuanto a belleza?

¿Qué debemos tener en cuenta cuando analizamos su perfil en redes sociales?

Lo más importante es la forma de vestirse para saber si es una persona más romántica, si es introvertida, si le gusta mostrarse, si tiene personalidad fuerte, si es más clásica o si es una ultramoderna.

Asimismo, como maquilladoras vamos a mirar el tipo de rostro, sus ojos y si es una persona fría o cálida.

¿Cuándo recomiendas hacer una prueba de maquillaje y cuándo no?

Cuando la persona me está manifestando que tiene un problema serio de piel y yo también lo compruebo luego de mirar sus redes sociales, ahí sí necesito una prueba previa. En ese caso, quizá ni siquiera le cobre esa prueba porque tampoco voy a hacer el maquillaje completo, sino, simplemente, me voy a dedicar a ver en persona el estado de su piel y qué bases necesito.

En esa cita, le podemos dar consejos de cómo cuidar su piel hasta el día del evento donde la tenemos que maquillar. La persona, seguramente, agradecerá todos esos detalles.

En el caso de una novia, siempre hay que hacerla y ahí sí se cobra porque vamos a tardar más tiempo ese día que en la fecha de la boda.

¿Hasta que punto debemos dejar que la clienta decida sobre algunos aspectos del maquillaje?

En esos casos, debemos tener mucha cintura. A veces, la clienta quiere algo y nosotras, como profesionales, sabemos que eso que pide no le queda bien. Allí, tenemos que saber guiar a la persona y, con mucha psicología, explicarle que lo que ella está diciendo está bien, pero que le vamos a mostrar otra cosa que tal vez le guste más.

Vamos a poner un ejemplo: una clienta está acostumbrada a hacerse un eyeliner muy grueso, pero como tiene el párpado pequeño, el ojo se ve aún más chico. En esta situación, vamos a permitirle que ella misma se haga en un ojo lo que se realiza desde que es adolescente y que le encanta, y nosotras le vamos a proponer que en el otro ojo nos deje hacer lo mismo, pero adaptado.

Durante ese tiempo, vamos a explicarle, muy amablemente, que como profesionales creemos que la va a favorecer más y que su ojo se va a ver más grande. Cuando ella vea los dos ojos, se va a dar cuenta que toda la vida hizo algo que no la favorecía y que hay una versión mejorada de lo que a ella le gusta.

Conclusión: no la forzamos ni le decimos que no a lo que ella propone porque eso conlleva enojo y rechazo desde un comienzo. Siempre debemos estar del lado de la clienta mostrándole que hay una versión que la va a ayudar más, pero nunca imponiendo nuestra idea.

¿Qué hacemos si la clienta no queda conforme con el maquillaje final?

Yo prefiero esa clienta que me dice que no le gusta porque me permite adaptar, trabajar e intentar otra propuesta, en lugar de esas clientas calladas que cuando le preguntas si les gusta, no te dicen casi nada. Tenemos que saber leer que a esa persona no le convenció del todo.

En ese momento, tenemos que trabajar con el mismo entusiasmo para hacer otra cosa. Debemos aceptar que a una persona no le guste y no poner mala cara porque nos dijo que no le convencía.

De todos modos, como profesionales tenemos que entender que no le vamos a gustar a todo el mundo y debemos dejar ir a esas clientas. Y eso pasa con todas las profesiones; a veces nos gusta más un médico que otro, más una profesora que otra. Por eso, no hay que ser soberbias y pensar que nuestro trabajo le tiene que agradar a todo el mundo.

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