Andrea Curto nos cuenta en este nuevo episodio de Maquilladora en Tiempo Real qué necesitas para comenzar en el mundo del maquillaje profesional, lo importante que es la formación y lo contraproducente que puede ser una sobreformación. Continúa leyendo y descubre esto y mucho más.

¿Qué es lo primero que debo hacer si mi sueño es ser maquilladora profesional?

El primer foco es la formación. Después de hablar durante tantos años con las alumnas, yo sé que optan por llenarse de productos y después buscan la formación. Y de ahí viene la creencia errónea de que para empezar en el mundo del maquillaje se requiere de una gran inversión.

Si no estamos bien plantados, puede ser que cometamos el error de comenzar al revés. Yo tuve la fortuna de no tener dinero cuando comencé; entonces, tenía que elegir entre formarme y comprar cosas, y decidí formarme.

¿Qué cosas no son importantes para comenzar?

Lo malo es la sobreformación porque siempre creemos que nos falta un curso más. Hoy estamos bombardeados de mucha información y de la venta de las últimas técnicas y tendencias. Y así no damos el paso para buscar a nuestra primera clienta.

¿Es mejor maquillar durante la formación o lanzarse al mercado cuando terminas de estudiar?

Yo creo que la mejor forma es hacerlo durante la formación porque eso te sirve para empezar con tu círculo cercano y, como tienes todo fresco, puedes aplicarlo. Además, no tienes la presión de que te tiene que salir todo bien porque eres maquilladora, sino que, como estás en formación, trabajas más libremente y cambias ese chip de hacerlo perfecto.

Lo interesante es que cuando vean que lo haces más libre y lo haces bien, el círculo y la bola de nieve comienza a crecer porque tu mismo círculo te recomienda. Y, aunque no hayas terminado la formación, si ves que te están llamando porque les gustó tu trabajo, es el momento de animarse a dar el siguiente paso.

Hay que ser honesto con esa clienta que viene recomendada y decirle que uno no terminó la formación, pero que va a hacer lo mejor posible. De esa manera, también nos sacamos esa presión. Y se le puede decir que le vas a cobrar un valor simbólico porque, si bien no eres profesional, así le das valor a tu trabajo.

¿Qué productos se necesitan para comenzar?

Yo empecé con pocos productos. Tenía mis tres bases de maquillaje que las mezclaba entre sí para hacer subtonos, dos paletas (una con colores cálidos y otra con colores fríos), unos polvos traslúcidos que me servían para todo, un lápiz perfilador negro, una máscara de pestañas, una paletita de blush y algún stick para los labios en color neutro.

Con eso, puedes hacer un maquillaje de día, de noche, de superfiesta. Los productos se pueden multipropositar. Si yo aprendo con esas poquitas cosas a hacer cualquier tipo de maquillaje, cuando reinvierto en productos, voy a hacer maravillas. Y ahí comienzas a experimentar más.

¿Cómo darnos cuenta de que es tiempo de dar vuelta la página y comenzar con otra etapa?

Esto va conectado con cuán segura me siento en mi rol de maquilladora. Y para que me sienta segura, tengo que experimentar estos primeros pasos del círculo cercano, de los recomendados, etc.

Cuando empiezan a llamarme, a conocerme y a recomendarme los recomendados, es cuando tengo que darme cuenta de que ya debo salir de ese rol de la persona que recién está empezando. Tengo ir a buscar las oportunidades porque no siempre van a venir recomendados, aunque haga un excelente trabajo.

Y ahí tengo que ponerme tiempos. Por ejemplo: ¿en cuánto tiempo quiero conseguir mi clienta real a la que ya le esté cobrando mi trabajo y que no sea de mi círculo íntimo? Si no me pongo tiempos, voy a ser la eterna estudiante.

Hay que ser exigentes con nosotros mismos. Por supuesto que puede pasar que no salga como lo pensamos y tampoco tenemos que ser tan estrictos de abandonar si no consigo mi primera clienta en el tiempo que me propuse. Siempre hay cosas que saldrán como queremos, pero otras no.

Plantear en un cuaderno qué meta quiero conseguir este año que comencé a estudiar maquillaje profesional es un buen ejercicio.

¿En qué invierto y en qué no en las diferentes etapas de la carrera como maquilladora?

Siempre mi prioridad es invertir en lo que me haga crecer. Pero un profesional del maquillaje no solo es maquillador por la técnica y por el producto. Si soy un buen profesional, voy a poder reinvertir en productos, pero busca más allá. Si, por ejemplo, a mí no se me da bien la venta, busco una formación que me ayude a ser una mejor vendedora de mi servicio. Si quiero empezar en las redes sociales y no sé cómo hacerlo, tengo que mirar cuentas o formaciones para mejorar en ese aspecto.

Por eso, en el programa Estrella del Maquillaje hablamos de ventas, de redes sociales, de cómo hacer publicidad de pago en redes, de crecimiento personal. Toda profesional debe pulir todas esas aristas.

Tenemos que ser cada vez mejores, pero no solo en la técnica. Eso sí, siempre debemos ir metiendo alguna cosita nueva en nuestro maletín porque sí es cierto que la clienta mira el maletín de la profesional. Pero hay que comprar estratégica e inteligentemente.

¿Qué hacer cuando no conseguimos clientes?

En el 99 % de los casos que no se consigue una clienta es porque no se buscó de forma activa, que no está relacionado con tener la última técnica. A mí me gusta mucho hacer con mis alumnas el ejercicio de mirar alrededor y analizar qué tenemos en el barrio, a quién conocemos y a dónde voy todos los días. Ahí es cuando comenzamos a ver que debajo de mi casa tenemos una peluquería, en otra cuadra un lugar donde hacen las manos… Y también me tengo que preguntar con quién hablo normalmente, por ejemplo, en mi caso, con las mamás de las amiguitas de mi hija en el grupo de WhatsApp.

Entonces, sí hay oportunidad de conseguir una clienta en 6 meses. Incluso, siempre estarán las interesadas que quieren que les enseñes a maquillarse. Y eso también puede ser una puerta laboral.