Maquilladora, cuando una clienta te dice “no me gusta tu trabajo»: ¿Te desmoronas? ¿Sientes una gran frustración?, dices cosas como: No soy buena para esto, debería dejarlo y te autocríticas fuertemente?

Muchas profesionales del maquillaje hemos pasado por esta situación alguna vez y aunque pueda ser un trago amargo es completamente normal. A quien no le haya pasado que arroje el primer pincel!

Tranquila! hay una fórmula de tres paso muy fácil de aplicar para combatir sentimientos negativos, salir airosa y convertirte en una maquilladora con temple ganador capaz de superar cualquier tropiezo.

Antes de contarte cuáles son, quiero preguntarte algo: ¿Sabes que es una creencia?

Muchas maquilladoras jamás se paran a analizar sus creencias y es por ello que suelen caer fácilmente en la autocrítica destructiva, ante el primer “no me gusta tu trabajo” se desmoronan y llegan a conclusiones poco objetivas y altamente negativas para sus carreras.

Bien, una creencia es un sentimiento de certidumbre sobre algo. Si afirmas que eres buena maquillando, lo que estás diciendo en realidad es: “siento la certidumbre de ser una buena maquilladora”.

Esa sensación de certidumbre te permitirá alcanzar buenos resultados en tus maquillajes, en el trato con tus clientas, en la forma de proyectarte y superar cualquier circunstancia como una verdadera profesional.

Las creencias derivan directamente de las ideas, ahora ¿cómo transformar ideas en creencia? Imagina una silla sin patas… Perfecto, esta no podría sostenerse ¿verdad? eso es una idea, las creencias tienen patas y cuanto más sólidas sean esas patas más rápido te incorporarías ante cualquier tropiezo.

Por una clienta que te ha dicho: “no me gusta”, tienes 5 ó más que han quedado fascinadas con tu trabajo, reconocen tu talento, no paran de recomendarte y agradecer lo que hiciste por ellas.

1º paso: Cuenta patas y fortalece tus creencias!

Querer superarte y ser mejor cada día debe ser tu objetivo si quieres construir una carrera de éxito, pero ojo! no caigas en la dramatización innecesaria, ser autocrítica es sano, siempre y cuando los diálogos internos sean constructivos.

Esfuérzate en mejorar tus técnicas de maquillaje y aprende nuevas. Si algo no fue del todo bien, práctica tantas veces sea necesario, pero no caigas, ni te refugies en la complacencia que da la frustración. No bailes en una sola pata!

Busca tus mejores patas y construye sobre ellas creencias solidas, objetivas y capaces de impulsarte hacia adelante.

“El éxito en la vida no se mide por lo que logras, sino por los obstáculos que superas”

2º paso: Transforma a tu favor…

A lo largo de tu carrera como Maquilladora deberás afrontar adversidades y desafíos, será la manera de sortear esas pequeñas batallas las que marquen la diferencia y te conviertan en una maquilladora exitosa.  Si experimentas un “fracaso” transforma esa situación en aprendizaje y no en una creencia destructiva, evita pensar que las cosas ya no tienen remedio. Los problemas no tienen permanencia, sólo la que tu le des.

Las maquilladoras exitosas rara vez piensas que “los problemas son para siempre”, mientras que las que fracasan y abandonan tienden a detenerse ante el primer obstáculo, regodeándose en la frustración e instalando en sus mentes la creencia de que ya no puede hacerse nada para cambiar esto.

“No es suficiente con tener una buena mente; lo principal es usarla bien” 

3º paso: Examínate!

Ahora que sabes esto, es muy importante que te examines. Revisa tus creencias sinceramente y pregúntate: ¿son mis creencias las adecuadas? Para fortalecerlas toma inspiración de personas que hayan alcanzado lo que tú persigues en la profesión, alguien que ya esté produciendo los resultados que deseas para tu vida profesional. Imita y estudia las creencias de las maquilladoras exitosas.

“Con nuestros pensamientos hacemos nuestro mundo”

Hace muchos años, leí la historia de Coco Chanel, una de las mujeres, sino la más importantes del mundo de la moda. Esta hija de una campesina y un vendedor ambulante, abandona a su suerte en las puertas de un orfanato configuro mi vida. Desde aquel entonces no paré de decirme: “Si ella pudo, también yo”. Fue así que me comprometí profundamente con mis convicciones, trabajé y trabajo sobre las patas de mis creencias y no permito que ideas negativas me incapaciten para seguir adelante con mi objetivo principal: seguir creciendo para ayudarte a conseguir tus sueños en el mundo del maquillaje.

Ahora es tu turno! Los modelos que necesitas te rodean cada día, aprende de ellos. Fortalece tus creencias, no alimentes problemas, salta bien alto los obstáculos y ten la mirada fija sobre tu meta, conviértete en una maquilladora profesional y exitosa!

Déjame tus comentarios, me encantará leerte!